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EN ESTADO DE ESPERA · Santy Portela · ÑAQUE Editora


EN ESTADO DE ESPERA 




En estado de espera

Santy Portela

ÑAQUE Editora

Más información sobre el texto 'En estado de espera'






El joven dramaturgo Santy Portela (1988), ya contaba con estrenos como Homo Lupus XXI y Soledad en la habitación. Con En estado de espera, Portela brinda la oportunidad a los lectores de acercarse a su teatro a través del papel. Ñaque Editora apuesta por esta obra plagada de compromiso y frescura.

En estado de espera cuenta la historia de Laura, una joven que –tras haber sido violada- entra a formar parte del llamado “Proyecto Sigma”, dedicado al tratamiento de mujeres que han quedado encinta fuera de los parámetros permitidos por el Estado. Personajes secundarios, como algunas de las internas o responsables del proyecto, ayudarán a conformar el universo en que se desarrolla la obra.

El autor nos remite a esta realidad ficticia para plantear la cuestión del aborto. Para ello se vale del caso de mujeres que son obligadas a gestar en contra de su voluntad, incluso habiendo sido violadas. Así, el elenco está compuesto casi en su totalidad por mujeres –concretamente nueve- mientras que el papel del hombre queda relegado al de mero autómata, incidiendo así en la importancia de la voz de la mujer para encauzar el devenir de este tema.

Simon Breden, prologuista de la obra, arguye acertadamente que el gran logro de Santy Portela ha sido "teatralizar un tema duro de debate de modo que el público pueda proseguirlo libremente a su salida del teatro". Remover conciencias y hacer pensar. Nos hallamos ante el regreso de un teatro social que ahonda en conflictos de actualidad y todavía sin solvencia. En mano de lectores y espectadores queda la reflexión.


Las actrices Eider Esnaola, Olga R. y Aida Mercadal comentan cómo fue su experiencia durante la lectura dramatizada de esta obra: 

Eider Ensaloa, que interpreta el personaje de Ángela (la enfermera del "Proyecto Sigma"), considera que el suyo es
'un personaje “secundario” pero muy fuerte. Bien encajado en el conjunto de la obra y dramáticamente rica para interpretar. Al no tener muchos datos de su vida, una puede jugar y crear distintas Ángelas libremente que pueden encajar perfectamente'
Su sensación durante la lectura dramatizada ha sido muy positiva, dice estar encantada con su personaje, y que interpretarlo le produjo 'un cúmulo de sensaciones que me iban cargando y no me podía casi mover. Dejarse cargar de todo eso y notar cómo pasan millones de cosas por tu cabeza, estómago, corazón,… es algo increíble. [...] La verdad fue un gustazo prestarle mi cuerpo a Ángela para dejarla libre unos minutos.'


Olga R. también está muy contenta con el personaje que ha interpretado, Aída (directora del "Proyecto Sigma). Al ponerse en la piel de una de las antagonistas ha podido comprender un tipo de psicología con la que, generalmente, nos es difícil empatizar: 'Para mí, este personaje posee un interesante transfondo, pues en realidad también es víctima del Estado absolutista que se plantea en la obra, y del que forma parte. Experimenta una pérdida de control personal y profesional. Es este enfrentamiento con el fracaso el que la conduce a un uso abusivo de su autoridad, actuando enceguecida por sus ideas.' 'En el trabajo frente al público, consideré importante traspasar la apariencia, mostrar que lo que el personaje esconde bajo esa violencia es su propia debilidad: la inseguridad que siente frente a Laura, aun considerándola inferior.'

Por último, Aida Mercadal, quien interpreta a Laura (la protagonista), al igual que sus compañeras, está totalmente satisfecha con su personaje: 'Fue un reto para mí sólo el hecho de leer en público y lo logré, por otra parte fue un honor interpretar a unos de mis “personaje tipo” favoritos; una chica joven que  a parte de estar privada de su libertad y vivir una injusticia, estaba embarazada  y según ella por una violación. En un mar de incertidumbre y desconcierto, Laura sobrepasa sus límites como persona y luego mujer, la situación le supera. [...] estoy totalmente de acuerdo con el autor cuando opina que este tipo de personaje, “las Lauras” que conscientes o no, ponen en tela de juicio sus límites personales, son muy ricos teatralmente hablando y brillan con luz propia en escena, porque su conflicto interior puede ser totalmente empatizado por la actriz que la interprete y eso se nota en escena'



Éste es el blog personal de Santy Portela

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